- Según un análisis elaborado por el Observatorio de los Servicios Urbanos, el gasto en educación para los ciudadanos barceloneses ha descendido un 15 % hasta los 73,3 euros anuales por habitante
- Con el actual gobierno municipal, la inversión en bienestar comunitario se ha reducido un 6 % y se sitúa por debajo de la media nacional
- Menos vivienda social con Colau: el gasto en promoción y gestión de vivienda, tema estrella durante la campaña electoral de la actual alcaldesa, actualmente representa la mitad del presupuesto que el de Madrid (20,18 euros/ habitante en 2018 frente a los 40,39 de Madrid)
Barcelona, 4 de enero de 2019 – La inversión en prestaciones municipales básicas como educación, bienestar comunitario y seguridad ha sufrido un claro retroceso en la ciudad de Barcelona durante el actual Gobierno respecto al presupuesto de la legislatura anterior. Así se desprende de un informe elaborado por el Observatorio de Servicios Urbanos (OSUR) en el que se analiza la evolución de las cuentas municipales entre los años 2010 y 2018 para 21 ciudades españolas en base a cifras oficiales[1].
Así por ejemplo la partida de educación ha registrado una caída del 15 % respecto a la legislatura anterior. Si entre 2012-2014 el alcalde convergente Xavier Trias gastaba una media de 84 euros anuales por habitante, el gobierno de la actual alcaldesa, Ada Colau, ha invertido 73,3. En 2018 el gasto en funcionamiento de centros docentes de preescolar y primaria y educación especial cayó un destacado 44% respecto al año anterior.
En el apartado de bienestar comunitario -que engloba servicios como gestión de residuos, limpieza viaria, abastecimiento de agua, alcantarillado, servicios funerarios, alumbrado y la protección del medio ambiente-, el presupuesto se ha reducido un 6 %. Durante la anterior legislatura se invirtió en este apartado una media anual de 243 euros por habitante en plena crisis. En cambio, el gobierno de Barcelona en Comú, ha invertido en plena recuperación económica, 229 euros por habitante de media. Atendiendo a los presupuestos de este año, Barcelona habrá invertido 220,11 euros por habitante, muy lejos de la media catalana (296,04 euros) y por debajo de 244,05 euros por habitante en España.
Respecto a la vivienda, tema estrella durante la campaña electoral de Barcelona en Comú, no se aprecian efectos notables de la inversión del actual gobierno para resolver el problema de acceso a la vivienda. Según los datos disponibles, el gasto del gobierno destinado a promoción y gestión de vivienda de protección (20,18 euros por habitante en 2018) es la mitad que el de Madrid (40,39 euros). Aunque los datos confirman un mayor gasto durante la legislatura de Colau (26,1 euros anuales frente a los 10 euros anuales durante la anterior legislatura) la comparativa de disponibilidad vivienda pública arroja que aunque ha habido más inversión directa, la producción de vivienda pública ha sido prácticamente inexistente. Sin duda el carpetazo de Colau al plan Trías de vivienda pública con un modelo de colaboración público-privada es el responsable del parón.
Para Ramiro Aurín, director general de OSUR, “el gobierno de la alcaldesa Ada Colau constituye un claro ejemplo de que las promesas electorales no se han traducido en un incremento real de las inversiones enfocadas a los ciudadanos y, cuando se han producido, se han gestionado de forma ineficiente sin los resultados esperados. El caso de la vivienda es paradigmático. Barcelona es probablemente la ciudad española con un problema más acuciante de vivienda social. La oposición de Colau a un plan de vivienda en colaboración público-privada como el de Trías enterró las ilusiones de muchas familias”.
El análisis realizado por OSUR contempla además el menor gasto en materia de seguridad y orden público del actual gobierno respecto al anterior. Durante el actual gobierno municipal se ha cambiado la tendencia creciente del gobierno de Trias, con 113,71 euros invertidos en 2014, mientras que en 2018 el gasto es de 105,43, lo que podría explicar en parte el aumento de la criminalidad en Barcelona (durante el tercer trimestre de 2018 crecieron un 20% más las infracciones penales).
Respecto a la protección y gestión del patrimonio histórico-artístico llama la atención que los actuales gestores del ayuntamiento de Barcelona destinan a este apartado 0,13 euros/habitante, cuando la media de inversión durante el equipo de gobierno anterior fue de 0,3 euros/habitante. Llama la atención la enorme diferencia con Madrid que, pese a tener menos visitantes a la ciudad (9,9 en Madrid frente a 12,4 en Barcelona) destina a este apartado 5,21 euros por habitante.
Entre otros aspectos analizados, el estudio también recoge el ridículo aporte en instalaciones deportivas de la ciudad condal, hasta el punto que la Barcelona otrora olímpica es la ciudad del Estado que menos presupuesto dedica a esta partida. La administración actual gasta en este aspecto 3,2 euros por habitante, la mitad de lo que se destinaba en la legislatura anterior (6,4 euros/habitante)
Estudio en 21 municipios españoles
El Observatorio de los Servicios Urbanos (OSUR) ha analizado 21 partidas presupuestarias de 21 ciudades españolas y sus diferentes gobiernos entre los años 2010-2018. De los datos se desprende que la irrupción de los partidos del cambio en los gobiernos municipales ha variado poco el gasto respecto a los partidos tradicionales.
Así por ejemplo, la inversión en educación es ligeramente superior en 2018 por parte de los gobiernos tradicionales, con 47,63 euros por habitante frente a los 46,18 euros de los nuevos actores.
En el apartado de bienestar comunitario -que engloba servicios como gestión de residuos, limpieza viaria, abastecimiento de agua, alcantarillado, servicios funerarios, alumbrado y la protección del medio ambiente- no hay diferencias remarcables entre ambos ayuntamientos. Así, si durante la legislatura anterior los gobiernos tradicionales se situaban ligeramente por debajo en inversión 130,77 euros de media entre 2012 y 2014, actualmente estos invierten 153 euros/habitante de media anual frente a los 151,63 de los gobiernos municipales del cambio. Bilbao es la ciudad que más gastó en suministros básicos mientras que Valladolid se sitúa en el lado opuesto (245 vs 100 euros por habitante).
Sobre OSUR – AESP
El Observatorio de Servicios Urbanos (OSUR) es una plataforma perteneciente a la Asociación por la Excelencia de los Servicios Públicos (AESP) que quiere convertirse en altavoz de las opiniones de los ciudadanos sobre sus servicios municipales. Queremos defender los intereses de los contribuyentes para que reciban servicios de excelencia en los aspectos más cotidianos de su vida diaria, que son precisamente los servicios que deben prestar los Ayuntamientos. Desde OSUR ponemos el foco en analizar cómo se prestan los servicios de limpieza, transportes, agua, iluminación y otros servicios que dependen de los Ayuntamientos.
[1] Presupuestos consolidados salvo en el caso de 2018
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